¡Qué pena me da que no hayas podido ser madre!
Hubo un tiempo en que cuando me decían esta frase, me molestaba mucho y me dolía.
Me hacía sentir como 'la pobrecita'.
Tras mucho trabajo personal (y aunque siga sin gustarme la condescendencia que hay detrás de este comentario) así es como lo veo ahora:
1. No puedo controlar lo que otras personas sienten.
2. Eso que sienten es suyo, no mío. Probablemente ni siquiera sea el hecho de que yo no haya sido madre lo que les provoca tristeza, sino verse reflejadas a ellas mismas en esa posibilidad. La ley del espejo...
3. No es eso lo que proyecto. Yo proyecto otras cosas que nada tienen que ver con el hecho de ser una 'pobrecita', porque no es así como me siento.
Sin embargo, a nivel colectivo y como activista de la #nomaternidadporcircunstancias no quiero pasar por alto estos mensajes que seguimos recibiendo las mujeres sin hijos por circunstancias.
La vida de una mujer que ha sido madre no es forzosamente mejor que la de una que no lo haya sido, aunque no lo haya sido por circunstancias, es decir, aunque haya deseado e intentado serlo.
Aunque esa mujer, para recuperar su bienestar y alegría, haya tenido que pasar por un duelo (un duelo, por cierto, no reconocido y estigmatizado)
¡No somos de cristal!
Somos capaces de transitar el dolor y seguir adelante con vidas maravillosas.
Pero estas frases, dichas en depende de qué momento, pueden hacer daño.
Si sientes pena, mírate tú a ver qué haces con esa emoción que es tuya, pero, ¿qué necesidad sientes de hacérselo saber a esa mujer? ¿Por qué proyectarla en ella?¿Has pensado qué sentirá ella cuando se lo digas?
Seamos conscientes de que todas las personas pasaremos por situaciones complicadas en nuestra vida, en mayor o menor grado, situaciones que nos provocarán dolor.
La razón por la que creo que muchas mujeres sienten 'pena' por las mujeres que no tendremos hijos es que, consciente o inconscientemente, siguen relacionando el hecho de tener hijos con la felicidad absoluta y la realización como mujeres.
Y deshacerse de eso es trabajo de ellas, en caso de que lo deseen.
Yo (como muchas otras mujeres por aquí) ya hice el mío 😉